Shai: aguacero en tiempos de sequía

Raúl Velasco
9 min readJan 29, 2021

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Hubo una época hace no mucho tiempo en la que en Oklahoma City cada temporada se intuía emocionante, con vistas a alcanzar cotas lejanas en los Playoffs de la NBA. Desde que la franquicia se mudó a OKC desde Seattle en 2007, por la plantilla han pasado numerosos talentos, incluso algunos de los mejores jugadores de la historia en alguna faceta del juego. Es el caso de Durant (anotación), Harden (desequilibrio individual), Westbrook (triples-dobles) o Paul George. Los tres juntos llegarían a las Finales de 2012 donde se toparon con otro Big Three, con LeBron a la cabeza exhibiendo al mundo su perfil más depredador. A su manera, cada uno de los mencionados levantaba en el aficionada medio de los Thunder un anhelo de ilusión y disfrute a lo largo de los 90–100 partidos de temporada regular y Playoffs. A día de hoy, en 2021, la ciudad del trueno quizás no tenga una figura tan contrastada, pero cuenta con un valor seguro sobre el que cimentar su esperanzador futuro a medio-largo plazo. Su nombre: Shai Gilgeous-Alexander.

Shai es el líder y gran parte del futuro de estos Thunder (Getty Images)

Nativo de Canadá, este base-escolta de apellido tan largo que llega a formar un arco con el dorsal, creció en Hamilton (Ontario) donde cursó sus dos primeros años de instituto. Conscientes de tener algo especial entre manos, lo movieron al Hamilton Heights Christian Academy de Chattanooga, una pequeña ciudad del estado de Tennessee. Allí comenzó a dejar muy buenas sensaciones, demostrando que era un base capaz de hacer muchas cosas sobre la cancha. Una vez finalizado el high school se decantó por la reputada Universidad de Kentucky, de donde han salido otras estrellas de la actual NBA como Anthony Davis, Devin Booker, Bam Adebayo o Karl-Anthony Towns. Con los wildcats tan solo jugó un año donde promedió 14.4 puntos, 4.1 rebotes y 5.1 asistencias y llegó hasta las semifinales regionales (Sweet Sixteen). Fue incluido en el segundo mejor quinteto de su conferencia y en el mejor quinteto freshman (jugadores de primer año de universidad).

Y llegó el momento. Con solo un año de recorrido universitario, Shai decidió presentarse en 2018 al draft de la NBA. La mayoría de vídeos de scouting coincidían a la hora de destacar sus virtudes: un base/escolta alto de gran envergadura, condiciones defensivas, resolutivo en acciones de pick&roll y con inteligencia pasadora. Sin embargo, suscitaba dudas en el tiro en suspensión tras bote y en su liviano físico (rozando los 80 kg) que le hacía sufrir en los contactos.

Fue elegido en el número 11 por Charlotte Hornets y traspasado esa misma noche a los Clippers por Miles Bridges y una segunda ronda.

El mock draft (previsión) lo vaticinaba con el pick número 12, pronóstico prácticamente idéntico al que lo escogieron. Los Charlotte Hornets se hacían con Gilgeous-Alexander en el puesto número 11, franquicia que esa misma noche le traspasaría para finalmente recalar en Los Ángeles Clippers. Los Hornets tenían por aquel entonces suficientes bases con Kemba Walker, Tony Parker y Devonte’ Graham en sus filas, por lo que decidieron intercambiarlo con los Clippers por el alero Miles Bridges (pick 12) y una segunda ronda. De esta forma, Shai aterrizaba en el vecino pobre de Los Ángeles con más oportunidades y protagonismo. En su primer año NBA, disputó los 82 partidos de temporada regular (73 de titular) promediando 10.8 puntos, 2.8 rebotes y 3.3 asistencias que le sirvieron para ser elegido en el segundo quinteto ideal de rookies.

Traspaso y eclosión en Oklahoma

En verano de 2019, fue una de las piezas involucradas en el traspaso de Paul George. Los Thunder mandaban al talentoso escolta a los Clippers para recibir a cambio a Shai, Gallinari y cinco primeras rondas. Un gran botín que escoció en la ciudad hollywoodiense al sacrificar a una gran pieza de futuro en Shai. Con una temporada a priori de transición, OKC sorprendió a todos bajo el radar alcanzando la quinta plaza en el durísimo Oeste y llevando al séptimo partido de playoffs a Houston Rockets. SGA (abreviatura de su extenso nombre) tuvo un papel preponderante jugando 70 de 72 partidos y elevando un escalón su nivel donde registró 19 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias y un robo de media por noche. Desde el primer día congenió de fábula con Chris Paul y Dennis Schröder, con quienes compartió mucho minutaje en pista en el formato de tres bases de Billy Donovan. De hecho, el quinteto formado por CP3, Schröder, Shai, Gallinari y Adams fue el mejor quinteto NBA con 30 puntos por cada 100 posesiones mejor que el rival (net rating), sacando al segundo más de 10 puntos.

Con uno de los mejores directores de juego de la historia a su lado en la figura de Paul, vimos crecer a Shai en labores de ejecución (40% en tiros en catch&shoot), tiros tras bote (43.7%) y penetraciones (51.4% de acierto en tiros a menos de 3 metros del aro). Se mostró como un jugador que tomaba buenas decisiones, perdiendo pocos balones y fiable en situaciones de aclarado. Llegó a dejar partidos monstruosos como un 20/20/10 frente a los Wolves y en él recayeron numerosas jugadas decisivas del partido. Todo con tan solo 21 años. El panorama que se le adivinaba era portentoso, pues sus compañeros siempre han hablado bien de él y tiene una gran ética de trabajo. Esto no es baladí, ya que tener la cabeza asentada con esa edad cuando los focos empiezan a apuntar a ti no sienta de manera positiva a todos los jugadores.

Reconstrucción total con margen evolutivo

Hace apenas unos meses, los aficionados de los Thunder se toparon con otra sorpresa (o no) de su General Manager, Sam Presti. La franquicia se desprendía de todos sus valores acreedores: Paul, Gallinari (agente libre), Schröder (expiring) y Adams fueron traspasados, dejando a SGA como líder y referencia del equipo. A cambio de todos los movimientos, Oklahoma ha llegado a acumular hasta 33 rondas del draft hasta 2027. Una auténtica barbaridad, un baúl lleno de picks e intercambios que usados de manera sensata y acertada promete hacer soñar de nuevo a la ciudad.

Shai Gilgeous-Alexander es ahora santo y seña de un equipo en remodelación sin prisas por competir a corto-medio plazo. Sin embargo, el que parece no detenerse es él.

Y en medio de este barullo llegamos hasta hoy, donde en el momento en el que escribo este artículo, los Thunder tienen un inesperado récord de 8 victorias y 9 derrotas y marchan 10º en el salvaje Oeste. Con Mark Daigneault como nuevo técnico en el banquillo (hombre de la casa y ex asistente de Billy Donovan), las buenas noticias son muchas: la consolidación de Dort como un 3&D fiable, el crecimiento de Bazley y Diallo, la veteranía de Hill y Horford… pero si hay que destacar a alguien por encima del resto, ese es SGA.

Con las llaves de una franquicia a sus 22 años, esta estrella en ciernes está demostrando un desparpajo y una personalidad desbordante. Obviamente, su responsabilidad en el juego del equipo se ha incrementado y ya está en un 27% de uso (jugada terminada en tiro, tiro libre o pérdida) cuando en su primer año estaba en un 18%. Está en mejores números de su carrera en puntos, asistencias y % en tiros de campo y triples. Llama la atención esto último, ya que ha aumentado su volumen de lanzamientos; es decir, lanza más a canasta cada noche pero lo hace con más acierto que en sus dos primeros cursos. Nada sencillo.

Sigue mejorando su consistencia en el tiro. En el apartado triples, fundamental en la NBA actual, ha subido otro escalón. Suele tirar más tras bote (pull ups) que según recibe (catch&shoot).

No es un porcentaje sobresaliente, pero sí correcto (NBA Stats)

En acciones de drives o penetraciones a canasta se encuentra entre los mejores jugadores de la liga:

  • 12.2 puntos con un 54.1% de acierto (top-3 solo por detrás de Doncic y Morant).
  • En situaciones de aclarado: 4º en frecuencia (19%), 6º en puntos (3.8%) y 7º en acierto (45.3%).

Otro aspecto que está enriqueciendo es su capacidad de distribuir juego. Cada vez más sobrio, el balón pasa por sus manos muchas veces en cada posesión y siempre busca un bloqueo directo con el que generar ventaja, ya sea para sí mismo, para el bloqueador o encontrando a un compañero en la esquina. 16º máximo asistente y 6º jugador que más segundos atesora el balón (7.3 por posesión).

Además, ha ganado masa muscular y se está convirtiendo en un experto absorbiendo contactos de los defensores, cambiando la trayectoria de su trazada y dejando algunos rectificados preciosos. Su velocidad no es que sea endiablada, pero su motor le permite desenvolverse como ese ideal de “falso lento” tan complicado de defender. Sabe bien cuándo frenar, cuándo acelerar, cuándo cambiar de marcha y en qué momento estirar el brazo para acabar por extensión. En estas jugadas vemos un poco de todo esto:

En el apartado defensivo mantiene un nivel aceptable, siempre activo de manos y dispuesto a ayudar al compañero. Buceando en la estadística avanzada, cabe señalar que es el 7º jugador que más triples defiende por partido (4.2) y realiza 2.4 deflections por partido (desvíos de balón sin llegar a robo). No obstante, aún tiene margen de mejora en aguantar las embestidas de su par, en el desplazamiento lateral y en no dejar tantas segundas oportunidades al rival. Es verdad que está más expuesto, pero su deffensive rating (114.3) está muy lejos de la élite de la liga.

“Sin pausa pero sin prisa” debe ser el lema de un Shai que va quemando etapas a paso ligero pero controlado, evitando deslices y aportando certezas.

Al final, el gran valor de Gilgeous-Alexander reside en lo capital de su figura para estos Thunder. En la temprana edad a la que ha cogido el timón de un equipo acostumbrado a playoffs en la última década pero que este año presumiblemente activará modo standby. Él es la primera piedra sobre la que construir un futuro a priori tan apetecible, donde otras estrellas llegarán para competir junto a una que ya siente ese aura, ese aroma. Porque si nos tenemos que guiar por sensaciones, todos apostaríamos mucho dinero a que el chaval (sí, es más joven que yo) va para All-Star perenne.

El estilo con el que se mueve por la pista, esa manera de fluir y dejarse llevar donde las yemas de sus dedos pongan el balón, su expresión corporal y su lenguaje verbal (siempre alentador con sus compañeros) han calado hondo en Oklahoma City y ha devuelto la ilusión a su enfervorizada hinchada. Ahora desde sus casas, los aficionados observan cómo vuelve a haber un jugador con el que disfrutar, con el que esperar como yo hasta las 2 de la madrugada para contemplar qué nuevas virguerías nos tiene preparados y cuál será su siguiente paso. Los mencionados al principio (sobre todo Durant y Westbrook) son deportistas que permanecerán perpetuos en el imaginario de los seguidores thunder. Ahora, Shai tiene la oportunidad de ocupar un puesto en ese privilegiado lugar.

Un tanto excéntrico con su ropa (Sneaker Reporter)

El futuro de OKC está en manos de una persona normal. Como tú o como yo. Un chico que empezó como árbitro de partidos de baloncesto escolares. Que su serie favorita es Juego de Tronos y su comida preferida la lasaña de su madre. Con un especial interés en la moda y diseños textiles extravagantes, los cuales le encanta dibujar. Fan del Paris Saint-Germain, tiene en Nash a su ídolo de la infancia y cuando el apretado calendario se lo permite participa en servicios a la comunidad en su localidad natal como el reparto de material escolar para los niños más desfavorecidos. Imposible no quererlo.

Porque en esta travesía por el desierto estepario que los Thunder afrontan, no hay mejor hallazgo que el de un oasis para asegurar la supervivencia. Un oasis formado por las gotas de talento que arrecian de la cabeza y manos de Shai Gilgeous-Alexander. Un tipo con un nombre tan largo como larga y exitosa se atisba su carrera si continúa por este camino. De momento, a mí y a muchos, ya nos tiene encandilados.

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Raúl Velasco

Primero periodista, después deportivo. Escribo sobre fútbol, NBA, tenis, ciclismo… y lo que surja. Análisis, profundidad e historias.